El cuidado de los pies en verano
Durezas, sequedades. Hacerse una revisión anual en neustras clinicas del pie en Madrid.
Los pies son una parte de la anatomía muy expuesta en verano: el uso habitual de chanclas y calzados poco adecuados son los perfectos aliados para que se agraven nuestros callos y helomas.
Tipos de durezas y sequedades
Habitualmente suelen confundirse los helomas (también llamados “clavos” u “ojos de gallo”) con los callos. Ambas cosas se caracterizan por durezas y sequedades en la planta del pie o en los dedos.
Pero hay una diferencia esencial:
- El callo es una capa de piel ligeramente endurecida y reseca, que con una sesión quiropodia suele quedar en perfectas condiciones para comenzar el verano con los pies perfectos.
- El heloma, por otra parte, penetra en el tejido carnoso produciendo lesiones, que no vemos, en dicho tejido. De ahí que se suela presentar acompañado de dolor tipo pinchazo o punzante.
Tratamiento de los callos y helomas
Independientemente de que una callo pueda terminar degenerando en un heloma, el tratamiento de ambos es diferente:
Cómo tratarlas
Para tratar los callos o dureza, como hemos dicho, es suficiente con realizar un ligero limado o deslaminado periódicamente.
Una crema hidratante de efecto emoliente específica es el complemento ideal. En DM Clínica disponemos de una amplia gama de cremas para hidratar y conseguir unos pies sanos.
Los helomas deben ser extraidos siempre por un podólogo. La autoeliminación no suele ser eficaz y, en caso de helomas muy duros o extensos, corremos el riesgo de provocarnos cortes, con el consiguiente agravamiento del problema.
La importancia de hacerse una revisión anual
Aunque parezcan un asunto menor, los callos y los helomas pueden ser el origen de algunos trastornos serios.
Más allá de su aspecto antiestético y de su manifestación dolorosa, un callo puede originar trastornos circulatorios si crece hacia el interior y presiona alguna zona sensible, como un vaso sanguíneo o un nervio. Esto ocurre, con más frecuencia de la que se piensa, sobre todo en pacientes de avanzada edad.
Por lo tanto, si somos propensos a la formación de callos o helomas de gran envergadura, es conveniente que sometamos nuestros pies a una revisión anual, aunque aparentemente no nos molesten demasiado.
De paso, el podólogo en Madrid especialista de DM Clínica comprobará que nuestras plantas están libres de trastornos provocados por microorganismos, como los papilomas plantares y los hongos.