Calzado de verano

3 Tips Calzado de verano

Con la llegada del buen tiempo, solemos realizar un cambio en nuestro calzado, adaptándolo a las altas temperaturas. Desde nuestra clínica del pie, os dejamos a continuación 3 tips para la correcta elección del calzado de verano.

1. Correcta Sujeción

Lo normal es pensar en calzado cerrado cuando hablamos de sujeción, pero en verano es más complicado por el calor y la temperatura, por lo que se suele elegir sandalias o tacones abiertos.

Al no ser cerrados habitualmente, es preciso que siempre lleven como mínimo una leve SUJECIÓN EN LA PARTE POSTERIOR (con tira de broche, velcro…) que mantenga la planta de nuestro pie lo más pegado posible al zapato por dos cosas:

  • Evita que el pie se desplace sobre él, de esta manera evitaremos fricción y la aparición de ampollas.
  • Hay que evitar los zapatos que sean tipo zuecos, y que vayan sueltos por detrás, ya que crean mucha inestabilidad (más si son tacones).

2. Calzado abierto y que transpire

Como decíamos antes, lo habitual es elegir calzado abierto y que deje transpirar nuestro pie. En este caso no tendremos problema.

En el caso de que llevemos calzado cerrado, deberá ser de materiales naturales que permitan el paso del aire y drenen el sudor.

En este caso podemos optar incluso por calzado que tenga microperforaciones en su material para que deje pasar el aire y evite la transpiración.

3. Suela

La suela no deberá ser fina, ya que es lo que nos separa del suelo y en caso de no tener suficiente grosor, puede provocar que se sobrecarguen zonas de la planta del pie como la fascia plantar o incluso los gemelos y tendón de Aquiles. Por ello, en el caso de las sandalias, deberá tener al menos 2-3 cm de grosor.

Por último, al final la clave a la hora de elegirlo es el criterio de uno mismo, y con lo que se esté cómodo. Y recordar que más precio no significa mejor adaptación al pie.

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